Iba un día en el trayecto casa - universidad, arriba de una micro, lenta como ella sola, y yo atrasada... hace días que quisiera no tener que levantarme, no sabía por qué me sentía así, ahora no hay muchas respuestas, pero si nociones, pistas de la razón, simple, pero cuesta cambiarlo, nada más ni nada menos que aquella rutina... el mismo trayecto, siempre tarde, nada altera la vista, pasa el tiempo, ceteris páribus...
Realmente aburre, levantarse desganada, bañarse, no tomar desayuno, salir atrasada, llegar a la U, ver la misma gente, sentarse en la misma silla, y oír las mismas clases, luego salir, tomar la misma micro, y llegar a casa con anhelos de dormir y no despertar.
Pero no, la rutina trae consigo otras cosas; la rutina me consume, en menos de un mes de clases, sucede que por estos días todo ha sido diferente, y solo espero aquella semana, para descansar y volver a replantear lo que está pasando... se hace necesario un oído que conozca aquellas palabras.
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